¿Quieres presumir de piel estas navidades?
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y realiza multitud de funciones y muchas de ellas son vitales. A través de ella podemos reconocer problemas o necesidades de nuestro organismo, por ejemplo, cuando estamos acumulando tóxicos aparecen granitos, o cuando estamos deshidratados la piel se seca y tenemos sensación de tirantez.
Es un tejido complejo que se suele cuidar como algo mucho más simple, aplicar cremas en las capas más externas se considera suficiente. Pues bien, el cuidado de la piel es un concepto más profundo ya que cada persona y cada situación son distintas y por lo tanto se debe realizar un diagnóstico personalizado e integrado. Para daros a entender la importancia de este tipo de diagnóstico, os explicaré un ejemplo sencillo: durante un masaje ayurvédico podemos detectar tensión en la musculatura de la mandíbula y así diagnosticamos que el paciente se encuentra en un estado nervioso (aspecto que deberemos tener presente en el tratamiento) lo cual produce rigidez en la piel afectando a su salud y aspecto.
El tratamiento, igual que el diagnóstico, es personalizado y engloba los 4 aspectos de la persona:
- Aspecto esquelético-muscular: Restaurar la flexibilidad.
Así logramos la relajación y mejor oxigenación de los tejidos y órganos. Dos de los tratamientos más característicos son el masaje tailandés y la reflexología podal.
- Aspecto bioquímico: Mejorar los parámetros metabólicos.
La hidrobalneoterapia, la neuroreflexología, la desintoxicación y el drenaje linfático son algunos de los tratamientos. Nos ayudan a mejorar el metabolismo (nutrición, oxigenación, hidratación, eliminación de tóxicos, etc.) de todo nuestro organismo, incluyendo la piel.
- Aspecto energético:Estimular la regeneración de la energía vital.
Dos ejemplos son la hipertermia profunda, de la cual ya os he hablado en otras publicaciones, y la acupuntura que reequilibra la energía vital a través de la tonificación o la relajación.
- Aspecto emocional: Regulación del sistema nervioso.
La medicina ayurvédica considera el cuerpo en tres principios básicos o doshas (físico, mental y emocional) y su equilibrio nos proporcionan salud y bienestar. Consiste en tratamientos con aceites de diferentes composiciones que realizan acciones específicas en cada dosha.
A continuación os explico algunos ejemplos de aceites y tratamientos ayurvédicos:
- Aceites:
Composición 1: Agua de mar, enebro, alcachofa, castaño de indias, pino, canela, lavanda…
Acción Física: Activa el drenaje linfático, activa la circulación venosa, depura las toxinas del canal linfático, elimina líquidos y grasas, reduce inflamaciones difusas y reduce la rigidez muscular.
Acción Mental y Emocional: Elimina toxinas mentales-alimentarias, tranquiliza y relaja la mente, elimina el cansancio mental.
Composición 2: Almendras, Sésamo, té verde, naranja dulce…
Acción Física: Mantiene la humedad óptima, refuerza la elasticidad cutánea, nutre la piel y reconstruye la firmeza cutánea.
Acción Mental y Emocional: Relaja la mente y produce bienestar mental.
- Tratamientos:
Tratamiento facial ayurvédico con pinzas: Relaja las tensiones faciales, tiene efecto tensor y harmoniza el cuerpo .
Tratamiento facial polinesiano: Nutre, calma, llena de luz el rostro con la dulzura de las maniobras envolventes, especialmente indicado para pieles sensibles, atópicas y con exceso de toxinas, es una experiencia única.
Si quieres más información puedes enviarme un correo a dana@danabross.com o llamar al 932181933.
Recuerda que la piel es el reflejo directo de nuestro sistema nervioso, emocional y físico, por ello tanto el diagnóstico como el tratamiento debe concebir cada uno de estos aspectos y así sentirnos sanos y vitales para resplandecer físicamente y anímicamente para disfrutar al máximo estas navidades.
Si tienes pensado aplicarte una mascarilla, te recomiendo mientras la dejes actuar realices unos ejercicios de yoga para mejorar tu respiración y la oxigenación de la piel, y así obtendrás un mayor resultado.
